sábado, 8 de agosto de 2015

Puede que Drake sea un inpostor ¿Pero a quien le importa?


Este lunes Toronto fue testigo de una de las mayores humillaciones de la historia reciente del rap. Sobre el escenario de su propio festival, Drake destrozó a Meek Mill proyectando decenas de memes paródicos mientas interpretaba Back To Back, uno de los dos tracks que ha lanzado contra Meek en la última semana.
Drake se burló de Meek Mill como si éste fuera un juguete roto. Como si hubiese hecho que echara por tierra toda su credibilidad. Pero, en realidad, lo que ha sucedido ha sido más bien lo contrario. El pecado de Meek Mill fue acusar a Drake de no escribir sus propios versos. Y aportar pruebas de ello.
Recapitulemos.
Hace dos semanas, Meek Mill compartió un tuit en el que afirmaba que Drake no estaba promocionando su disco, Dreams Worth More Than Money (en el que, por cierto, Drake aporta un verso en R.I.C.O.), porque él y su equipo habían descubierto que Drake utiliza un ghostwriter. Es decir, alguien que le ayuda a escribir sus canciones sin luego aparecer en los créditos.
En cuestión de días, Drake respondió con dos canciones. Una de ellas, Charged Up, un tanto descafeinada, la otra, Back To Back, demoledora. Meek Mill no dio señales de vida hasta que el 30 de julio lanzó su contraataque, Wanna Know. Pero ya era tarde. La canción era floja y, gracias a la rapidez con la que había actuado, Drake ya se había hecho con las riendas de la situación.
Fuente: PlayGround